Pablo Pineda Ferrer es un influencer en el sentido más noble y positivo de la palabra: maestro, conferenciante, escritor, actor… y el primer síndrome Down de Europa con título universitario.
Hace unas semanas tuve el placer de conocerlo personalmente en un evento de «Sanofi» sobre personas con capacidades especiales y auto superación.
Él me ha inspirado a escribir sobre el círculo vicioso entre “talento desaprovechado” y “creencias limitantes”. Me parece fundamental dar más voz a casos como el suyo que rompen barreras y animan a los demás a afrontar las nuestras con más determinación.
Cómo el “es que…” o el “esto nunca se ha hecho así” nos bloquean y el “hay que…” o el “¿y sí probamos?” nos llevan a avanzar hacia nuevos horizontes. Un asunto clave en este mundo paradójico de angustias y la vez oportunidades exponenciales para quien sabe aprovecharlas.
Escuchar a Pablo Pineda es reencontrarse con lo mejor del ser humano: ilusión, sacrificio, determinación, solidaridad, humildad, ternura, coraje… y todo ello combinado con sabias dosis de intuición, humor y gracejo malagueño.
Rescato 10 de sus reflexiones que nos inspiran para avanzar hacia nuestros sueños:
1. Autoconocimiento: Me defino como un joven malagueño, idealista, realista, parlanchín, sensible y de lágrima fácil, alegre y sociable. Y sobre todo, como un chico al que el síndrome Down no le ha condicionado aunque los inicios no fueron fáciles.
2. Propósito personal: Soy consciente de la responsabilidad que tengo para que los síndrome de Down se vean de otra manera y se facilite su integración social. Con esta ilusión me levanto y me pongo a trabajar cada mañana aunque algún día no me encuentre bien de salud.
3. Autoexigencia: Mis padres tuvieron ideas revolucionarias para la época: me enseñaron a ser lo más autónomo posible. Mis 3 hermanos me daban mucha caña de pequeño y me trataban como uno más. Eso me ayudó a ganar confianza, a no dejar de crecer e ir superando mis limitaciones. La natural sobreprotección de los familiares es la primera gran barrera de los discapacitados.
4. Aceptación activa: Estoy orgulloso de lo que soy y he disfrutado de ser síndrome de Down. Afronto mi realidad sin dramatismo e intento superarme para ayudar a los demás y disfrutar de la vida.
5. Diversidad: En un mundo cada vez más globalizado tenemos que apostar más por una “diversidad genuina” donde cada persona aporte matices diferentes al conjunto. Aquí juegan un papel importante todos los colectivos minoritarios (incluyendo los discapacitados).
6. Solidaridad: Además de mi familia hubo otras personas clave en mi evolución y educación. Destaco a Miguel López Melero (Catedrático en la Facultad de Educación de la Universidad de Málaga). Él me ayudó a superar las trabas que en los 90 había para integrar a personas como yo en la Universidad.
7. Resiliencia: En 2º de BUP mis compañeros del Instituto no me hacían caso porque me veían “diferente”. Lo pasé mal pero, a la vez, este episodio me hizo mentalmente más fuerte.
8. Humildad: Cuando gané la Concha de Plata en 2009 fue una gran satisfacción… pero al final es sólo un paso más en mi lucha personal por lograr un mundo mejor.
9. Coraje: Hoy día sólo un 6% de discapacitados acceden a la Universidad. Es una situación injusta que debemos resolver.
10. Visión: Yo he aportado a mis hermanos más humanidad. Tener un familiar con síndrome de Down te hace más bondadoso y te transforma en positivo.
Algunos datos de la ONU sobre este colectivo deberían movernos a la acción (informe completo):
– Las personas con capacidades especiales suponen cerca de 4 millones en España y 1.000 millones en el mundo.
– Un 25% de europeos tiene algún tipo de discapacidad según la Unión Europea.
– Casi 400 millones de discapacitados están en edad laboral, con tasas de desempleo que superan el 80% en algunos países.
– Sólo el 10% de discapacitados tiene problemas tan severos que les inhabilitan para una vida laboral activa.
– El 90% de los niños con discapacidad no asiste a la escuela según la UNESCO.
¿Por qué desaprovechar todo ese talento y limitar los sueños vitales de tantas personas?
Como bien dice Pablo Pineda: “los demás pueden ponerme límites, yo no. Lo realmente importante en la vida es ser feliz”.
Ojalá su onda expansiva cree escuela y en los próximos años más personas con síndrome de Down tengan mayor relevancia social. Será una clara señal de que vamos por el buen camino: el de su necesaria y justa integración real.
David Reyero (HR Business Partner & Strategic Projects en Sanofi)
e-mail: David.reyero@sanofi.com / Twitter: @davidreyero73/
Linkedin: linkedin.com/in/davidreyerotrapiello/
yolett dice
Pablo Pineda eres un gran hombre, felicidades ,gracias a Ustedes por mostrar al mundo este logro.