“Mens sana in corpore sano” decían los antiguos, que ya nos alentaban a procurar un enfoque holístico de nuestro bienestar personal como base para una vida mejor.
En el mundo del liderazgo actual podríamos parafrasearla así: “liderazgo sano en un cuerpo sano”, ya que cuidar nuestro cuerpo nos ayudará a afrontar con mayores garantías los múltiples retos del complejo mundo actual.
La importancia del cuerpo en el liderazgo es un elemento poco investigado y entrenado todavía. Sin embargo, cada vez hay más evidencias de su potente impacto en nuestro trabajo diario, contribución e influencia en los demás. Elementos que puede acercarnos a un liderazgo más sano, potente y de primer nivel.
Como ejemplo Richard Strozzi lleva casi medio siglo explorando esta “nueva frontera” y expandiendo el “liderazgo somático (embodied leadership)” en todo el mundo. Múltiples organizaciones de todo tipo y sector ya se han beneficiado de sus entrenamientos.
Escuelas de negocio pioneras en liderazgo como Ashridge llevan años introduciendo el cuerpo en su formación vivencial sobre en liderazgo.
Un reciente artículo de Forbes se preguntaba: ¿liderazgo somático: una cura para lo que nos aqueja? y entroncaba este “nuevo liderazgo” en un marco más amplio donde se fomenta la sostenibilidad y el propósito.
Beneficios del liderazgo somático
Las investigaciones y la práctica en múltiples organizaciones han demostrado las ventajas en el trabajo de escuchar y dar voz a nuestro cuerpo y a nuestro consciencia individual y colectiva.
Su práctica continuada y deliberada ha generado beneficios como aumento de la resiliencia, mentalidad más positiva y más innovación, mayor bienestar y control del estrés, relaciones personales más saludables o mejor cohesión del equipo.
Factores clave hoy para el liderazgo en este entorno tan convulso y complejo. Ahora necesitamos más riqueza en nuestras decisiones y escuchar no sólo argumentos racionales sino la intuición, nuestro cuerpo, nuestras creencias y propósito, así como un enfoque colectivo y sistémico, que vaya más allá de nuestros intereses personales.
Integremos con inteligencia la cabeza, el corazón y el instinto (head, heart and gut) y así ganaremos seguramente calidad de vida y claridad en el rumbo que debemos tomar.
Nuestro cuerpo siempre fue un termómetro fundamental de nuestra salud integral. Hoy nos conviene transitar hacia una nueva frontera, dada la tremenda exigencia laboral actual. Un nivel donde cuidar nuestro cuerpo y mente se convierten en palancas clave no sólo para lograr más eficacia y rendimiento sino más sostenibilidad y plenitud vital.
Artículo publicado en colaboración con Albert Sureda (socio de Versium) y publicado en Observatorio de Recursos Humanos Enero 2023
David Reyero Trapiello – Senior HR Business Partner – Sanofi Iberia
Twitter: @davidreyero73 / Linkedin: linkedin.com/in/davidreyerotrapiello/
Alex Barange dice
Efectivamente el Liderazgo Somatico para mi, es la evolución natural, el next step del liderazgo. Solamente comentarte que tanto el Dr. Strozzi como Wendy Palmer, pioneros de este modelo, son Senseis de Aikido.
El modelo somatico esta basado en los principios del Aikido.
V dice
Excelente artículo. Muy necesario su aplicación para mejorar el modelo actual.