En este contexto tan incierto y plagado de “cisnes negros” resulta difícil predecir cuáles serán las claves en gestión de personas para este año. Hoy se multiplican los retos y oportunidades en gestión de personas para las compañías que quieran apostar por el tiple beneficio: financiero, social y de sostenibilidad ambiental.
Comparto una lista no exhaustiva de 10 tendencias que creo se acelerarán este 2024. Un año donde tendremos que responder a la proliferación de disrupciones (tecnológicas, sociales, económicas y de valores) que estamos viviendo.
1. Propósito: reinventando el contrato psicológico empleado/a – organización
El mejor talento aspira hoy a la plenitud profesional. Ya no activa su grandeza sólo por unas buenas condiciones laborales, un buen jefe o un trabajo interesante.
Muchos profesionales tienen motivaciones más profundas y desean un trabajo más conectado a su propósito personal y con impacto social positivo.
2. Responsabilidad social corporativa (RSC) como pilar estratégico de primer nivel
La RSC ya no es “buenismo” sino una palanca estratégica. El 76% de los grandes inversores evalúan hoy a las compañías cotizadas por la calidad de sus políticas ESG (medioambiente, social y de gobernanza) según este informe de la gestora Schroders.
Una tendencia imparable que nos alienta a aumentar la ambición, por ejemplo con una visión más amplia de la diversidad (género, edad, sexual, capacidades diferentes, origen étnico…).
3. Liderazgo consciente y al servicio: humildad, ejemplo y autoliderazgo
Las personas quieren trabajar para organizaciones con liderazgos humildes, inspiradores y al servicio del equipo. Personas que lideran bien a los demás porque saben cómo liderarse a sí mismas. Ya no vale el ordeno y mando ni la concentración de todas las decisiones en pocos directivos/as.
4. Talento: entusiasmar, más allá de atraer y retener
Actualmente el talento es el nuevo centro de gravedad y el profesional cualificado tiene más poder que la organización en muchos casos para decidir sobre su futura carrera laboral.
Para ser competitivos debemos superar la habitual dinámica de atraer y retener a profesionales. Aspiremos a “entusiasmar” al talento, complementando los elementos tradicionales (compensación total, desarrollo, reputación de la empresa, …) con factores más novedosos (propósito, cultura, entorno emprendedor…)
5. Vida flexible: más allá del teletrabajo
El trabajo híbrido (presencial y virtual) se está generalizando. Muchas compañías empiezan a explorar dinámicas más avanzadas y de “vida flexible”. Una evolución del teletrabajo tradicional donde el foco no es el porcentaje de días en la oficina sino cuáles son las mejores formas de trabajo para colaborar, conciliar y conseguir los resultados en un ambiente de elevada autonomía, confianza y autorresponsabilidad y donde la ubicación física se difumina.
6. Transformación continua: la “nueva normalidad”
Las transformaciones son múltiples y constantes. Necesitamos una mentalidad que integre mejor estas dinámicas y donde las personas afronten su natural “inmunidad al cambio”. El reto es jugar a ganar y aprovechar las oportunidades de las transformaciones, siendo realistas y afrontando también sus riesgos.
7. Tecnología: abrazar sus oportunidades, humanizar más su impacto
Las oportunidades que aporta tecnologías como People Analytics son casi infinitas y nos están ayudando mucho a gestionar el complejo factor humano con más finura, calidad, rapidez y rigor.
Por otro lado, cada vez más organizaciones se están dando cuenta que el mejor futuro será hibrido: inteligencia artificial y humana, datos e intuición, razón y emoción, big data y small data (trato humano y cercano), global y local.
Un ejemplo son las contrataciones por las grandes tecnológicas de poetas para “humanizar” sus servicios.
8. Learnability: reskilling, upskilling, curiosidad y mentalidad de crecimiento
La “mentalidad del aprendiz” es clave para nuestra empleabilidad e independientemente de la experiencia previa. Necesitamos ser curiosos, actualizarnos permanentemente y ser inconformistas. Las organizaciones deben ayudar con herramientas y un entorno favorable al desarrollo, pero esto es una responsabilidad individual.
9. Entorno saludable: seguridad psicológica, compromiso, autonomía, autorresponsabilidad y agilidad de decisiones
El “círculo virtuoso laboral” tiene hoy ingredientes emergentes: meritocracia, profunda confianza y discrepancia constructiva (seguridad psicológica), delegación potente, mentalidad en cada trabajador/a de director/a general de su puesto (accountability) o una mentalidad de agilidad y “sesgo hacia la acción”.
10. Competitividad: eficiencia, flexibilidad y visión global
Hoy el talento decide dónde y cómo trabajar. Todo un reto para muchas organizaciones y países que deben mejorar su propuesta de valor para mantener su competitividad.
Como ejemplo preocupante 400.000 personas emigraron de España en 2022, con una pérdida estimada de PIB por la Fundación BBVA-Ivie de 150.000 millones, según recoge La Vanguardia.
Multiplicar el talento de impacto y evitar la polarización laboral: dos retos clave en 2024
Vivimos en un mundo de oportunidades donde el conocimiento se democratiza y el talento sano y generoso puede acercarse a su mejor versión si cuenta con el entorno laboral adecuado.
Por el contrario, se consolidan los riesgos evidentes de polarización laboral entre ganadores y perdedores de la 4ª Revolución Industrial, con millones de empleos que se crean y destruyen y habilidades que quedan obsoletas.
Trabajemos entre todos para consolidar el mejor futuro colectivo posible con responsabilidad, resiliencia y ambición.
Artículo publicado en Equipos y Talento Enero 2024
David Reyero Trapiello – Senior HR Business Partner – Sanofi Iberia
Twitter: @davidreyero73 / Linkedin: linkedin.com/in/davidreyerotrapiello/
Daniel dice
Gracias David por este excelente escrito. Como siempre aportas muchísimo! Grandes retos tenemos por delante y para mi destacaría Propósito, Liderazgo personal, Humanizar y Entusiasmo.
Oscar Alcoberro dice
Buen artículo, crack. Un abrazo