“Es el talento, estúpido”. En 1992, James Carville (estratega de la campaña que llevó a Bill Clinton a la presidencia de Estados Unidos) popularizó la frase “Es la economía, estúpido”. Hoy el factor de competitividad clave en las organizaciones es el talento.
No es la economía, es el talento. La coherencia en el comportamiento de las organizaciones hacia las personas es lo que las hace competitivas. Tener un propósito compartido es lo que permite a una empresa atraer y fidelizar talento. Por ello hoy decimos que “el propósito genera beneficios” (purpose brings profit). Hemos virado del capitalismo salvaje al humanismo sostenible.
Un humanismo sostenible que busca el bienestar de todas las personas: empleados, clientes, sociedad… Nuestros grupos de interés de hoy y el impacto en las generaciones futuras. Y el cambio empieza por dentro… Sólo conseguiremos una experiencia cliente satisfactoria si empezamos por cuidar la experiencia de nuestro talento.
Círculos virtuosos y viciosos en la nueva economía de la experiencia
Conocemos los “círculos virtuosos” de compañías expertas en crear sentido y conexión humana a. partir de experiencias memorables y de gestionar con excelencia los “momentos de la verdad”.
Estas organizaciones destacan por altos niveles de compromiso, reputación, productividad y rentabilidad sostenida. Lamentablemente también nos vienen a la mente algunas organizaciones con “círculos viciosos”, donde conviven y se retroalimentan la frustración e insatisfacción laboral con un servicio al cliente manifiestamente mejorable y graves riesgos reputacionales.
La economía de la experiencia (definida en 1998 B. Joseph Pine y James H. Gilmore) redefine el valor que aportamos a cualquier stakeholder según lo entendíamos tradicionalmente. La conexión emocional se vuelve la parte más importante de este nuevo modelo económico.
Esta “nueva economía de la experiencia” es esencial en la 5ª Revolución Industrial. Una era centrada en las personas y en la interconexión eficaz entre organizaciones, sus formas de trabajar, sistemas y tecnología. Una era de alianzas que emana de las interdependencias.
Ya no hay organización que pueda vivir de manera aislada sin relacionarse de manera coherente y eficiente con sus grupos de interés. Y una era basada también en la interconexión de personas humanas y máquinas cada día más inteligentes, en la que la persona se empodera y se centra en tareas más relevantes y estratégicas.
La quinta revolución industrial o Industria 5.0 nos lleva a una imprescindible personalización, adaptabilidad, simplicidad y gestión sostenible de los recursos.
Informes de Gartner afirman que la experiencia del empleado está hoy en el Top 3 de las prioridades estratégicas en gestión de personas y es un área donde todavía tenemos grandes oportunidades de mejora.
¿Cómo una employee experience excelente puede hacernos “diferentes” para el talento?
La experiencia del empleado es una palanca clave en la ambición de crear una compañía sólida, con carácter propio y sostenible. Hoy es estratégico crear y vivir cada día una marca de empleador sólida que refleje nuestra personalidad esencial.
Necesitamos un relato atractivo pero que huya de mensajes grandilocuentes, unidireccionales y demasiado corporativos. Apostemos, por el contrario, por lo realista, por lo humano, por la cercanía y las conversaciones transparentes y bidireccionales.
Nuevos factores de atracción, fidelización y entusiasmo
Hoy el mejor talento ya no lo atraemos y fidelizamos sólo con los valiosos “elementos tradicionales”: retribución competitiva, puesto de trabajo atractivo, oportunidades de carrera, buena cultura empresarial, conciliación vida personal y laboral….
Hoy surgen nuevos elementos para enamorar al talento que son complementarios a los clásicos. Algunos ejemplos:
- Propósito compartido inspirador, vivido cada día con coherencia y cristalizado en las decisiones difíciles.
- Sostenibilidad – ESG, impregnada en el ADN, vivida cada día y sin postureo, hacia la economía regenerativa.
- Diversidad, Equidad e Inclusión, entendida en toda su amplitud y riqueza (cada persona es única).
- Autonomía y flexibilidad laboral radical, como la delegación, autorresponsabilidad y clima de confianza
- Intraemprendimiento, para que cada voz y cada proyecto sean escuchados, más allá de jerarquías.
- Liderazgo inspirador desde la inteligencia emocional y la capacidad de contagiar optimismo y visión
Nuevas reglas del mercado laboral
Hoy la última palabra la tiene el talento y no las compañías. El equilibrio de poderes ha cambiado radicalmente y no parece que en el próximos esta tendencia vaya a cambiar. Hoy cualquier gran multinacional compite con startups, ONGs o incluso con freelances en ciertos nichos de talento.
Necesitamos empresas con más corazón y líderes más humildes para que cada día nuestros equipos decidan libremente poner en juego su talento. Sólo así avanzaremos hacia el impacto, el éxito y la grandeza a la que genuinamente podemos aspirar.
Artículo publicado en Observatorio de RRHH 4 de Junio de 2022
David Reyero Trapiello – Senior HR Business Partner – Sanofi Iberia, en colaboración con Cristina Salvador, fundadora de Both, People & Comms.
Twitter: @davidreyero73 / Linkedin: linkedin.com/in/davidreyerotrapiello/
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