De los resultados del reciente Mundial de Qatar se extraen conclusiones muy relevantes para el ámbito profesional y corporativo. Una competición ha sido un buen reflejo de la brutal competitividad global característica del S. XXI y de la necesidad de reinvención continua.
Gigantes con pies de barro y hoy no hay competidor pequeño
Italia, Alemania, Brasil o España son ejemplos de grandes selecciones con malos resultados. El caso más flagrante es el de Italia que pasó de ser campeona de la Eurocopa 2020 a no clasificarse para este Mundial. Alemania o España fueron eliminadas a las primeras de cambio. Ambas demostraron una sorprendente debilidad en su juego, poco coherente con la calidad de sus jugadores. Brasil era la gran favorita y no cumplió las expectativas.
Las razones de su fracaso son múltiples y complejas: ¿falta de ambición, obsesión por mantener un único estilo de juego, equipos poco equilibrados en sus roles, excesiva apuesta por jugadores jóvenes o demasiada autoconfianza en sus opciones de victoria…?
Por el contrario, emergieron equipos humildes con un gran rendimiento como Japón, Marruecos o Croacia, ya finalista en 2018.
Hoy hay que estar alerta porque cualquier equipo puede darte un disgusto: Camerún, Arabia Saudita o Corea del Sur han ganado a Brasil, Argentina y Portugal, respectivamente y Japón dio la sorpresa venciendo a España y Alemania.
Lo mismo sucede en el mundo empresarial donde no hay “competidor pequeño” y algunas start-ups están obligando a las compañías dominantes a repensar profundamente sus modelos de negocio para sobrevivir.
Ahora ya no aplica la famosa frase de Lineker “el fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan 11 contra 11, y siempre gana Alemania”. Todo es mucho más complejo, impredecible y competido en el deporte rey y en el entorno empresarial.
Selección española: los problemas de “abusar” de un estilo de éxito
El caso de España demuestra como un modelo de éxito (el famoso tiquitaca) puede agotarse si se vuelve demasiado previsible. Un estilo de juego que probablemente seguirá siendo valioso a futuro, si se combina mejor con otros enfoques diferentes.
Del fracaso mundialista español también pueden extraerse conclusiones para el mundo corporativo. Hoy para lograr éxitos sostenibles no basta con buenas individualidades, talento, trabajo en equipo, tenacidad o una estrategia definida. Ya no vale con la frase de Luis Enrique de “mis jugadores han demostrado mucho oficio”.
Se necesitan también elementos diferenciales versus la competencia, profunda autoconfianza y autocrítica, humildad, así como gran flexibilidad de respuesta en entornos cambiantes e innovación constante para anticiparse a los rivales…
Lo mismo ocurre en el mundo profesional donde surgen nuevas competencias que potencian la empleabilidad y, a la vez, muchos roles y habilidades entran en crisis ante la disrupción de las múltiples transformaciones y no sólo la digital.
El éxito y la grandeza se llama “grit” también en el deporte
Qatar 2022 nos ha vuelto a recordar la importancia del grit (suma de actitud, pasión y perseverancia), Un aspecto clave y más importante que el puro talento, como ya escribía en otro artículo. Coincido con muchos expertos futbolísticos que consideran que Argentina no era el mejor equipo del Mundial. Su éxito se basó en un puñado de factores críticos: fueron muy duros mentalmente (ej. tras su derrota con Arabia Saudita o los sorprendentes empates de Holanda y Francia), se comportaron como una piña y tuvieron más hambre en los partidos clave. Todos estos elementos junto con el evidente talento de sus jugadores les hizo muy competitivos. Y la guinda fue tener también algo de suerte, que es importante para lograr grandes retos.
Hoy el mundo corporativo necesita, entre otros factores, gran agilidad para adaptar las estrategias a los cambios del entorno y profesionales con valentía y “juventud de espíritu”. Una actitud que va más allá de la edad cronológica, como nos ha recordado un famoso veterano de 35 años llamado Leo Messi.
David Reyero Trapiello – Senior HR Business Partner – Sanofi Iberia
Twitter: @davidreyero73 / Linkedin: linkedin.com/in/davidreyerotrapiello/
Luis+Badrinas dice
Buenas reflexiones David!!
José dice
Artículo sencillo, pedagógico, sabio…
Manuel Tallada dice
Excelente análisis. Me ha gustado mucho la relación entre el ambito deportivo y el empresarial.
Andreu Vilardell dice
Buen artículo David, muchas gracias!
Jorge Rojas dice
Buenísimo….creo que la humildad de los jugadores, así como en la vida profesional también juega un papel muy importante ya que solo te hace querer trabajar en equipo!