En el actual mundo hipertecnológico y de cambios disruptivos hay actitudes “clásicas” que se mantienen con más vigencia que nunca.
Una fundamental es el coraje, «echar el corazón por delante«, según su significado original en latín. Por ello, grandes expertos en liderazgo y superación personal abogan por potenciarlo para acercarnos a nuestra mejor versión y vivir con más plenitud.
Martin Seligman asocia la virtud del coraje a fortalezas personales tan importantes para el éxito a largo plazo como valentía, persistencia y la integridad.
El coraje es una cualidad compleja, que integra también al miedo y la vulnerabilidad, al contrario de lo que muchas veces pensamos. Un “material sensible” por tanto, valioso y frágil a la vez.
Brené Brown (profesora de la Universidad de Houston y gran investigadora sobre el coraje y la vulnerabilidad) afirma que en realidad «se puede medir el coraje de una persona por su capacidad para ser vulnerable«, ya que la vulnerabilidad nos demuestra apertura, autoconfianza y humildad combinada con fortaleza mental.
Un coraje que debe empezar siendo fiel a uno mismo, a pesar de las críticas, fracasos o modas. “Para formar parte de algo primero tienes que formar parte de ti” afirma con gran sabiduría.
Hoy vivimos con todo tipo de comodidades y logramos muchas veces una satisfacción inmediata a nuestros deseos.
Esto puede llevarnos al espejismo erróneo de concluir que ya no necesitamos elementos decisivos para una vida plena como tenacidad, fortaleza mental o coraje. “Tenemos que recuperar la fuerza de voluntad”, afirma José Antonio Marina, un comportamiento íntimamente ligado con el coraje.
En el mundo corporativo el coraje es también fundamental. Bill George es profesor de Harvard Business School y autor de un estudio que evaluó las decisiones estratégicas de 200 grandes CEOs a nivel mundial .
En su análisis detectó que el coraje fue un elemento fundamental que distinguió a los mejores líderes de buenos managers. Hombres y mujeres que arriesgaron y tomaron decisiones difíciles y, a la vez, necesarias para transformar sus compañías. Personas que fueron más allá de la obsesión por cumplir con las exigencias de rentabilidad a corto plazo.
El coraje fue un elemento común de estos líderes inspiradores y efectivos, complementado con aspectos esenciales como integridad, autenticidad, resiliencia, inteligencia emocional, autodisciplina o compromiso con su propósito personal y corporativo.
Directivos que lograron también mantener su credibilidad personal en momentos difíciles y fueron capaces de marcar un nuevo rumbo en una época compleja. Personas que fueron más o menos brillantes, pero sobre todo tremendamente humanas y capaces de pedir ayuda, decir no, ser pacientes y determinados, saber perdonar, arriesgarse a ensanchar su zona de confort y la de sus equipos y definir una visión de futuro.
Hoy hay que seguir decantándose por el coraje en vez de la comodidad y pasividad. Un comportamiento al alcance de todos y que “sólo” requiere dosis de valentía, esfuerzo, madurez y autoconfianza para reinventarse o asumir riesgos.
Hay que “jugar con el corazón” como afirma acertadamente Xesco Espar y ser fieles a nuestros valores y propósito. En nuestro contexto actual más que nunca el coraje es la esencia de la grandeza a la que podemos aspirar. Así lograremos dejar nuestro mejor legado, más allá de los altibajos e incertidumbres de nuestro viaje.
Coraje es una actitud nos transmitía cada día mi añorado Juan Antonio Esteban, un hombre carismático y referente de nuestra profesión de gestión de personas. Descanse en paz.
Artículo premiado en la 1º Edición de premios Juan Antonio Esteban (Aedipe Centro)“
David Reyero Trapiello – Senior HR Business Partner – Sanofi Iberia
Twitter: @davidreyero73 / Linkedin: linkedin.com/in/davidreyerotrapiello/
alex barange dice
Poema para el tiempo de Micael, de Rudolf Steiner. (último parrafo)
«En verdad, nada tendrà valor si nos falta el coraje.
Disciplinemos nuestra voluntad
y busquemos el despertar interior todas las mañanas
y todas las noches».
Nacho Utrera dice
Como cada uno de tus artículos deja una importante y vital reflexión.
Gracias por la inspiración.
Seguiremos avanzando con coraje.
Un fuerte abrazo